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Restaurante Amazónico : un nuevo éxito del Grupo El Paraguas

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Hay gente que nace con estrella, pero también que se esfuerza cada segundo y que aprende de sus errores. Ya lo decíamos en nuestro post sobre el exitoso restaurante Quintín , que Sandro ( y su mujer Marta) son uno de esos especímenes raros de la tierra que sitio que toca, sitio que triunfa . Ayer mismo lo podríamos comprobar. El nuevo restaurante Amazónico de la calle Jorge Juan ha nacido para triunfar. ¿que cómo lo sabemos? Pues porque no lleva ni un mes abierto y ya no cabe un alma entre sus mesas. Damos fe de ello, puesto que ayer mismo , estábamos sentados junto a un ex-presidente del Gobierno y un ex-presidiario que ha dejado la cárcel recientemente. Con tal mezcla de comensales , y tan dispares, cuanto menos merece la pena conocerlo, porque si están allí, por algo será.

¿y a qué se debe su probable éxito? Pues es muy fácil. O Muy difícil. Comenzamos por la entrada: en el desaparecido local que ocupó Pan de Lujo, los propietarios de este nuevo espacio han dado un lavado de cara completo y ahora el local está absolutamente irreconocible. Nada estridente, con un cuidadísimo juego de luces perfectamente estudiado, la recepción está atendida por dos amables camareras que te acompañan hasta tu mesa, mientras disfrutas – o no- de la pasarela de ver y ser visto entre lo más cotizado de Madrid. Conforme avanzas por el impresionante espacio de Amazónico, puedes apreciar – y contar, financieramente hablando- la gran inversión que han realizado , principalmente en una impresionante cocina vista donde destaca la impresionante parrilla y la gran cantidad de gente trabajando que hay tras sus cristales. Por supuesto que esa gran inversión se traduce luego en la cuenta que hay que pagar, como veremos al final de este post.

Parece que entras en una especie de selva, de jardín frondoso, pero es agradable y te hace sentir como en una especie de tienda de campaña de lujo, como para experimentar una cena exótica.

La mesa está perfectamente decorada y merece la pena hablar de la impresionante vajilla, donde cada plato tiene un animal exótico que refleja el espíritu que han querido dar a Amazónico.

Y además de ver, ser visto, disfrutar de la decoración, del ambiente y de su iluminación, ¿qué más se puede hacer en Amazónico? Pues comer. En Mayúsculas. Una muy reducida carta de apenas dos hojas con unos muy cuidados entrantes con toques exóticos y orientales. No dejéis de probar los rollitos con salsa de menta y unos extraños palmitos con un sabor desconocido hasta la fecha que fue comentado por todos. Para los segundos, los protagonistas son las carnes, destacando el Wagyu de Kobe (a precio de oro, eso sí), y el ojo de bife prácticamente crudo , o para amantes del pescado, una dorada a la brasa espectacular… Repito que los precios no son bajos, pero la calidad de producto es verdaderamente excepcional.

Dejad espacio para el postre , y probad su piña asada y flambeada, que tiene mucho éxito. Y sobre todo para sus cocktails. Es impresionante ver cómo los dueños de este nuevo Amazónico, al igual que hacen en el resto de restaurantes como Ten con Ten o el Quintín, diseñan espacios donde la copa del final se disfruta casi tanto como el aperitivo. Unos verdaderos genios de la gastronomía y las sensaciones. Volveremos, esta vez para probar su barra de sushi, que dicen que es toda una experiencia.

Restaurante Amazónico - Calle Jorge Juan, 20, 28001 Madrid
Teléfono :  915 15 43 32 (imprescindible reservar previamente)
Precio medio : 80 euros (con vino y copa)

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DIEGO ANTONANZAS DE TOLEDO

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