A Madrid le han salido en los últimos días versos por las calles. Pintados en blanco en un extremo de un paso de cebra cualquiera parecen esperar al viandante para darle algo en que pensar mientras cruza la calle y sigue su camino, para añadir una nota de originalidad a su día y sorprenderlo con una frase bonita o sugerente, que en muchos casos arranca una sonrisa. Y así, con la sonrisa dibujada en el rostro los madrileños siguen su camino después de este regalo anónimo. Por supuesto, en muchos casos no sin antes hacer una foto y compartirla en alguna red social. Precisamente esto es lo que ha hecho que esta iniciativa sea ya conocida prácticamente en toda la ciudad y que muchos medios de comunicación se hayan hecho eco de ella.
Lo del anonimato es un tema discutido, muchos apuntan a que la autoría es del colectivo de artistas madrileños Boa Mistura, que han colgado en su web un vídeo, fotos y un mapa con la ubicación de todos los versos. Algunas de estas frases salen de canciones de Leiva o del rapero Rayden. Las que más nos han gustado, además del propio nombre de la iniciativa “Madrid, te comería a versos”, son “Me sentí astronauta perdido en tus lunares”, “Fuimos a hacer el amor y parece que volvimos de la guerra”, “Que la línea que más cuides sea la de tu sonrisa” o “Mi más sentido bésame”, juegos de palabras y frases poéticas que te hacen parar y reflexionar un segundo antes de volver a unirte al frenético ritmo de Madrid. “Magia en las pisadas…” parece casi una explicación del por qué de esta acción clandestina de amor a la ciudad.
Boa Mistura no confirma ni desmiente si está detrás de los versos pues ya en ocasiones anteriores ha tenido que enfrentarse a multas por sus manifestaciones de arte urbano. Son las contradicciones de este arte semiclandestino que lo mismo acarrea una sanción que una exposición en una galería del Soho neoyorquino. Lo único que han dicho al respecto es que “este proyecto es un acto de amor de artistas y poetas por nuestro querido Madrid”. Dicen también que su arte es una herramienta para transformar la calle y crear vínculos entre las personas.
Sin duda que, además de disfrutar de los versos que sea quien sea nos ha regalado estos días, habrá que reflexionar sobre el arte urbano y sobre los límites entre éste y el vandalismo pues, si bien forrar un tren de cercanías de grafittis puede acercarse más a lo segundo, decorar y humanizar la ciudad con estos versos no parece muy distinto de la iniciativa municipal de acercar a nuestros grandes de la literatura al público decorando los suelos del Barrio de las Letras con citas en bronce.
Las frases siguen brotando del pavimento, por ahora van veintidos pero, ¿seguirán apareciendo? Estad atentos y si os encontráis con alguna, ¡compartidla con nosotros!