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La Zarzuela, el género musical madrileño que debemos recuperar

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Ayer tuvimos la suerte de asistir al estreno en el teatro de la Zarzuela de dos obras fabulosas para introducirse en este género musical tan tradicional en Madrid: Los amores de la Inés y la verbena de la Paloma. A pesar de que el teatro estaba a rebosar, echamos de menos ver gente más joven que sin duda disfrutaría de un espectáculo cien por cien madrileño, que resume una época y ayuda a comprender mejor nuestro pasado y el de nuestra ciudad favorita. Y eso que  el Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la música, el INAEM, está haciendo enormes esfuerzos para preservar y fomentar la cultura española de la que nos sentimos profundamente orgullosos.

Para lograr entender la Zarzuela y su origen nos tenemos que remontar al Siglo XVII , donde ya se representaban obras que combinaban la música , el baile, y el teatro hablado y cantado. Se representaban en un pabellón de caza  situado en el monte de El Pardo de Madrid. Eran tal la cantidad de zarzas que existían por la zona que las casas y palacios allí existentes adoptaron el nombre de Zarzuelas, y lo mismo ocurrió con las piezas teatrales que allí se interpretaban. Tenemos pues que agradecer  pues a la corte de Felipe IV su apuesta por estas representaciones, y a  Calderón de la Barca, que fue pionero en escribir este tipo de obras. Fue con posterioridad, ya en el siglo XIX, cuando se impulsaron y definieron las características de estas operetas con influencia francesa e italiana, pero con características propias e inconfundibles basadas en la tradición cultural y las  costumbres madrileñas.

Las dos obras que hoy se representan en el teatro de la Zarzuela madrileña logran representar  muy bien el género musical :la primera de ellas,  los amores de la Inés , fue estrenada en el desaparecido teatro cómico de la plaza del Celenque, hoy ocupado por una de las dependencias de El Corte Inglés. La obra, compuesta por un joven Falla que luego se decantaría por otro tipo de composiciones musicales por la que se hizo internacionalmente famoso, ha sido recuperada y reconstruida. Desde el día de su estreno en 1902  no se había vuelto a representar en Madrid. Cuenta la historia de amores y desamores de Felipa con Fatigas , en un ambiente puramente madrileño adornado con historias del toreo de la época y costumbrismo propio de la ciudad. Por su parte, la archiconocida Verbena de la Paloma de Tomás Bretón, representa fielmente una época de Madrid , la del final del siglo XIX , donde las verbenas, las fiestas, los chulapos y las chulapas («una morena y una rubia») juegan con sus celos, desengaños y amoríos con una interpretación magistral que refleja muy bien el sentimiento de toda una época.

Ir a la Zarzuela puede parecer arriesgado si no estamos familiarizados con su música y su particular lenguaje. Pero si nos apasiona Madrid y su gente  y queremos conocer también su particular pasado, no podemos dejar en el olvido la historia y sus obras teatrales, fantásticamente hoy producidas y representadas por jóvenes intérpretes y acompañados de la orquesta en directo – fabulosa-  de Cristóbal Soler , bajo la dirección de escena de José Carlos Plaza. Los escenarios son sencillos pero reflejan muy bien las calles de Madrid en su época de tabernas y verbenas. Fantástica la iluminación y los coros que apoyan permanentemente la escena musical. Se agradece la pantalla de subtítulos – en inglés y en español- para no perderse nada de este Madrid histórico que no podemos olvidar.

Los amores de la Inés / La verbena de la Paloma – Teatro de la Zarzuela – Hasta el 10 de Noviembre – Precios desde 5 hasta 44 euros. Imágenes obtenidas de la página web del Teatro.

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DIEGO ANTONANZAS DE TOLEDO

DIEGO ANTONANZAS DE TOLEDO