Acaba de abrirse y ya está teniendo colas de gente impresionantes para disfrutar del arte abstracto en su máximo esplendor. Y aunque cueste creerlo, otras tendencias son posibles de descubrir bajo el techo del Palacio Cibeles, también conocido como Centro Centro: Vasily Kandinsky trabajó desde el post-impresionismo hasta el arte más abstracto jamás imaginable para el Siglo XX. Una de esas exposiciones que pasan una vez en la vida por Madrid y que no debes de perderte.
La colección recoge las principales obras cedidas por la viuda de Kandinsky en 1976 al actual Museo Pompidou de París. Así que ya no hará falta viajar hasta la capital francesa para admirar gran parte de su obra, y sobre todo experimentar la evolución de un pintor revolucionario que comenzó su obra en Alemania y la terminó en plena segunda guerra mundial en una Francia invadida por los alemanes. La obra resulta tremendamente fácil de entender en sus comienzos post impresionistas y se va complicando ante el uso del color disparatado y las formas geométricas (con una obsesión por los círculos) . Quizás su cuadro más representativo, en el que marca el comienzo de una etapa revolucionaria a nivel mundial, sea en blanco ii. Un juego de líneas y color donde se pueden descubrir un sin fin de objetos inimaginables a primera vista.
La historia de Kandinsky es apasionante. Nace en una familia de la alta burguesía rusa en 1866, y se prepara como niño bien de buena familia para ejercer de abogado y economista, estudiando en las mejores universidades del país ruso. Pero a los 30 años encuentra su verdadera vocación ante la visión de algunos cuadros del impresionista Monet, y empieza a estudiar arte en la lejana Alemania. Tras unos tormentosos matrimonios, establece su vida en Munich donde revoluciona a los expertos intentando imponer los avanzados estilos franceses y publica De lo Espiritual en el Arte, un tratado de pintura donde ya podemos apreciar su avanzado estado emocional, muy distinto al de sus compatriotas alemanes. La primera guerra Mundial hace que tenga que regresar a su Rusia Natal y deja atrás sus primeras obras y clases avanzadas de pintura y arte. Allí en Rusia, además de ser expropiado de todos sus bienes por la revolución bolchevique de 1917, forma parte – casi de forma obligada- de la dirección artística de los museos del país, algo que le hace abandonar la pintura por un rato.
A su vuelta a Alemania, ya convertido en un afamado pintor, llega a formar parte de la prestigiosa escuela Bauhaus. No dejéis de ver las fotografías que en mitad de la exposición exponen lo particular de esta avanzada escuela, especialmente en cuanto a sus extravagantes miembros y estudiantes. Un viaje en el tiempo a través de sus personajes y sus estrafalarias vestimentas y actuaciones, sin duda lo más moderno de su época. La presión nazi (él seguía siendo ruso a pesar de su pasaporte alemán), hace que huya de nuevo – el gran nómada de la pintura- hacia Francia, donde se establece en los comienzos de la Segunda Guerra Mundial. Allí pasa sus últimos días, primero en París, donde conoce la obra de Picasso, y luego alejado del mundanal ruido, donde a pesar de la presión de una guerra, pinta sus cuadros más optimistas, coloridos y evolucionados.
Sus frases y sentencias a lo largo de todos sus estudios siguen teniendo una increíble carga dramática después del paso del tiempo:
«El color es la tecla. El ojo es el martillo. El alma es el piano. El artista es la mano que, con una u otra tecla hace vibrar el espíritu del ser humano»
No dejéis de visitar esta inigualable exposición para entender algo más del arte abstracto, más allá de la simbología que se esconde detrás de cada uno de sus cuadros, con figuras reiterativas como el caballo y el jinete, (hay que descubrirlos) y sus tan representados círculos llenos de color y emoción.
Exposición Kandinsky en Centro Centro (Palacio Cibeles)
Hasta el 28 de Febrero de 2016
Precio: 11 euros (venta de entradas en Ticketea). Consultar visitas guiadas gratuitas en la web del Ayuntamiento.
Horario: de Lunes a Domingo, de 10h a 20h.
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