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Lo mejor para la lluvia: un paraguas de Casa de Diego

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En Madrid and You apostamos fielmente por las tiendas tradicionales. Y basta con dar una pequeña visita por el centro de Madrid para toparse con algunas de estas joyas que resisten al paso del tiempo con perseverancia y buen hacer. Es el caso de la Casa de Diego, con su tienda principal liderando la Puerta del Sol, y su centenario taller de la calle Mesonero Romanos. Desde el mismo momento en que cruzas las puertas de cualquiera de sus dos locales, además de poder admirar los paraguas y abanicos que allí exponen, apreciarás que su éxito está basado en un servicio excelente y muy cuidado y toda la experiencia que demuestran. Da gusto entrar en una tienda y que te atiendan como si fueras su único cliente, y eso en De Diego, saben hacerlo muy bien.

Corría el año 1858 cuando Manuel de Diego abrió las puertas de su famosa tienda de la Puerta del Sol aunque ya llevaban desde 1800 en la madrileña calle del Carmen. Ofrecen principalmente paraguas y abanicos, con los que combatir la lluvia y el calor, algo que en Madrid tenemos en abundancia. Y como ellos mismos explican, lo importante de un paraguas, además de la cuidada artesanía y su mayor o menor visibilidad, es su durabilidad. ¿cuántas veces hemos abierto un paraguas que nos ha durado exactamente lo que tardaba en aparecer una ráfaga de viento? Tienen de todos los colores, formatos y tamaños. Aunque no son especialmente baratos, por 20 euros puedes llevarte un paraguas del que podrás hacer uso por muchos años, más allá de los que venden los chinos a la salida del metro en días como hoy, que llueve a raudales.

Su otro punto fuerte son los abanicos artesanales. ¿sabías que existe un completo lenguaje con el abanico donde por ejemplo abanicarse lentamente significa «soy señora casada y no me interesas»? Merece la pena entrar en la tienda y echar un vistazo al arte que se esconde detrás de una pieza tan útil como es el abanico. También los hay para hombres por lo que no hay excusa para no llevarse a casa una de sus piezas artesanales y combatir los calores del verano. Disponen de obras de arte  en forma de abanico expuestas en sus dos locales, algunas con más de un siglo de historia, que hacen que la visita nos traslade a otros tiempos en los que el uso del abanico permitía mediante ese lenguaje tan especial y madrileño comunicarse con deseos más o menos amorosos en lugares concurridos.

Por si acaso no encuentras lo que buscas, también disponen de una amplia oferta en bastones con las mejores maderas y empuñaduras, además de mantones y peinetas para ser la perfecta madrileña y deslumbrar allí donde vayas. Sin duda, este negocio tradicional , de los pocos que hoy en día quedan en Madrid, sobrevivirá otros 150 años por lo menos.


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DIEGO ANTONANZAS DE TOLEDO

DIEGO ANTONANZAS DE TOLEDO