Apenas lleva una semana y encontrar una mesa libre en el nuevo restaurante El perro y la galleta es todo una aventura. Con el exitoso antecedente llamado el bar galleta en pleno Barrio de Malasaña, sus propietarios han decidido cruzar el Paseo de la Castellana para instalar su nueva sucursal en el madrileño barrio de Salamanca, junto a la Puerta de Alcalá. En un local antiguamente ocupado por la famosa pastelería confitería Hernani y con una reforma espectacular, nace este nuevo sitio que sin duda dará que hablar en los próximos meses.
La espectacular decoración como si de un club inglés se tratara es obra de Carlos Moreno Fontaneda, que es su principal accionista. Los juegos de luces , los rincones escondidos, los curiosos elementos decorativos diseminados por cada una de sus salas, hacen que te sientas como en casa generando un ambiente íntimo que invita a la conversación animada entre amigos pero también a la celebración de una romántica cena en pareja. Además han elegido el modelo ya ampliamente establecido en Madrid para abrir sus puertas todo el día, de manera que el local sirva del mismo modo para un copioso desayuno, un informal almuerzo, un cocktail afterwork o para una cena que se prolongue hasta bien entrada la madrugada. En esta ocasión, la galleta pierde parte del protagonismo y lo ganan los numeros perros que decoran el espacio, ya que Carlos es un gran amante de estos fieles animales. De hecho, y siempre y cuando tu perro no sea un león salvaje, podrás ir a comer con él para que también pueda disfrutar del espectacular espacio decorativo.
El local, al igual que muchos restaurantes en Nueva York o Londres, tiene una enorme cristalera cuarteada que da a la calle Claudio Coello, sin estridentes logos ni luminosos que estropeen la fachada, guardando uniformidad con la elegancia de la calle que preside y del público asistente, especialmente elegido entre lo más selecto del Barrio de Salamanca y alrededores. Anoche no cabía un alma, y en cada mesa había gente guapa de verdad dispuesta a disfrutar de este nuevo espacio gastronómico tan original.
Una espectacular barra preside una sala principal y al fondo aparecen otras salas más pequeñas e incluso una barra informal que da a la cocina a través de una cristalera transparente para comer de forma muy original mientras observas con detenimiento cada movimiento de los cocineros. ¡qué original forma de comer en barra!
La carta repite algunos platos que ya han triunfado en su antecesor Bar Galleta, e incorpora otros quizás más propios del barrio, sin perder el toque desenfadado, informal, cercano y natural que tiene su gastronomía. Tomamos para compartir un cuidado plato de berenjenas rebozadas en galleta con parmesano y pomodoro y el tiradito de pez mantequilla con ají amarillo, mezcla entre ceviche y carpaccio en cuanto al aspecto, pero con un sabor muy conseguido .
Como segundos nos tiramos hacia las materias primas cárnicas, predominando el exitoso solomillo de buey pero dando también lugar a platos que repiten con éxito del local inicial como el lomo de buey en plancha con patata asada. Nos casi obligaron – menos mal que así lo hicieron, porque el resultado no pudo ser mejor- , a probar su postre de creación estrella para este nuevo espacio: la tarta de 3 chocolates con helado de galleta. No os vayáis sin probarla o habréis perdido la posibilidad de pecar con gusto.
Nos animamos a predecir que el perro y la galleta, abierto como quien dice ayer mismo, alcanzará en breve el título de «entre los clásicos e imprescindibles» de nuestra ciudad favorita. Eso sí, poneros guapos/as porque la ocasión lo merece y abrid bien los ojos, porque también otros/as los abrirán para miraros. ¡porque nos gusta estar como en casa y disfrutar de la belleza de Madrid y de su gente!
Restaurante el Perro y la Galleta.
Claudio Coello 1 (esquina a calle Alcalá). Parking cercano Serrano con Puerta de Alcalá. 28001 Madrid
Teléfono: 606 82 24 21 (imprescindible reserva) – precio medio: 35 euros
