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Llega a Madrid el retrato más esperado

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Madrid es una ciudad que no para y seguro que ahora en Navidad tenéis un poco más de tiempo libre para disfrutar de toda la oferta cultural que os ofrece. De entre todas las exposiciones destacables, que son muchas, esta que os recomendamos ahora nos gusta especialmente ya que sus protagonistas son muchos de los personajes de los que hablamos en nuestras visitas guiadas al Madrid de los Austrias y de los Borbones. Para nosotros, en esta exposición encontramos rostros   muy familiares, casi amigos, aunque sin duda también lo serán para muchos de vosotros.

La exposición El Retrato en las Colecciones Reales. De Juan de Flandes a Antonio López presenta una visión general del retrato en la corte española, tanto en tiempos de la Casa de Austria como en la de los Borbones. El recorrido propuesto por Patrimonio Nacional abarca desde el siglo XV hasta el XXI y muestra la evolución de la imagen de los monarcas a lo largo de todo ese tiempo. Sin duda alguna reconoceréis muchos de los cuadros aquí expuestos o los habréis visto en otros Palacios Reales o Monasterios. Este es el caso del Retrato de Isabel la Católica, obra de Juan de Flandes, o del de Felipe II en la jornada de san Quintín por Antonio Moro. Aunque de entre todas las obras que aquí se exponen, el retrato más cercano a nuestro tiempo y también el más esperado, es el de la familia de Juan Carlos I, realizado por Antonio López y que se presenta al público con motivo de esta exposición.

La colección expuesta muestra numerosos y bellos ejemplos de pintura que forman parte de las colecciones de Patrimonio Nacional, así como algunas esculturas, dibujos y un par de curiosos tapices-retrato. Todo ello gira en torno a dos grandes secciones: la Casa de Austria y la Casa de Borbón. Además, la primera sección se detiene en los antepasados de la casa de Austria española con magníficos ejemplos como el Felipe el Bueno, Duque de Borgoña del taller de Roger Van der Weyden, o la imagen más difundida de la reina Isabel la Católica, de Juan de Flandes, que tantos años tuvo Franco en el Pardo.

Todos los retratos que aquí se exponen, los oficiales de los reyes y de sus familiares, así como de sus allegados, están firmados por los pintores más famosos de la corte española de los siglos XVI y principios del siglo XVII. Los nombres más conocidos de esta primera sección son  Sánchez Coello, Juan Pantoja de la Cruz y Bartolomé González, aunque también se incluyen destacados artistas europeos. No podía faltar la obra Velázquez, pintor de cámara de Felipe IV, cuya habilidad en el arte del retrato influyó en tantos artistas posteriores. La muestra expone un bello retrato en miniatura del conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, quien posó para el sevillano en varias ocasiones. También es de destacar en esta sección el monumental retrato ecuestre de Don Juan José de Austria, hijo ilegítimo (aunque reconocido oficialmente) de Felipe IV, obra de José de Ribera el españoleto. Terminamos esta primera parte del recorrido con los retratos de Carlos II el Hechizado, y de su madre, Mariana de Austria, vistiendo la toca de viuda. Son obras marcadas, más aún si cabe, por la austeridad y el rigor de la época de los últimos Austrias.

La muerte sin descendencia del infeliz Carlos II en 1700 trajo consigo un cambio dinástico. Los Borbones, pese a los diferentes avatares históricos que han vivido, llegaron con el nuevo siglo y para quedarse. Aquí podremos contemplar los mejores ejemplos del retrato borbónico, empezando con el grandioso Retrato ecuestre de Felipe V, obra de Louis-Michel van Loo. La obra sorprende al visitante tanto por su calidad como por sus dimensiones, no aptas para las residencias actuales. También destaca por su colorido y dinamismo, en claro contraste con las obras expuestas en la sala anterior. En la sala siguiente reconocemos a Carlos III vistiendo el hábito de gran maestre de la orden por él fundada. El cuadro es obra de Mariano Salvador Maella. También hay varios retratos de Rafael Mengs con los que nos adentramos en el Neoclasicismo y en los nuevos gustos estéticos de la época y de la monarquía.

Y si destacamos a Velázquez en la dinastía de Austria, ahora no podría faltar Goya. De todos es conocida su faceta de retratista, y pronto nos viene a la mente el cuadro de La familia de Carlos IV expuesto en el Museo del Prado. Aquí podemos admirar a la pareja de Carlos IV y María Luisa de Parma, el rey vestido de cazador y la reina luciendo mantilla. Con estas obras Goya consiguió ser nombrado pintor de cámara. No os perdáis el curioso y original retrato del rey posando de espaldas, de Juan Bauzil. Es un cuadro de reducidas dimensiones que os sorprenderá, aunque pueda pasar inadvertido.

Y llegamos al siglo XIX con destacados y elegantes ejemplos de Federico de Madrazo y de Winterhalter. Atención especial merece la obra de Ramón Casas, con un seductor Alfonso XIII montando a caballo. Los amantes de Joaquín Sorolla encontrarán aquí un colorido cuadro del citado rey. Es de destacar la belleza y distinción de su esposa, Victoria Eugenia de Battemberg, tan bien captada por el artista húngaro László, y su busto en mármol realizado por el valenciano Benlliure. También veremos un retrato de Don Juan de Borbón, hijo de Victoria Eugenia y padre de Juan Carlos I.

Y tras el paréntesis de la Segunda República, de la Guerra Civil y de la Dictadura, llegamos a la última sala y al reinado de Juan Carlos I. Dos grandes cuadros esperan al visitante: el  enigmático El Príncipe de ensueño, de Salvador Dalí y el retrato de La familia de Juan Carlos I, pintado por Antonio López. Veinte años clavados ha tardado el artista de Tomelloso en terminar este cuadro, así que la curiosidad tal vez haga a más de uno empezar la visita por el final o acelerar sus pasos para llegar a esta última sala.

El cuadro de Antonio López, que se presenta por primera al público con motivo de esta exposición, presenta a una Familia Real de lo más cambiada. Sin duda, el paso de estos viente años ha hecho mella en la apariencia de los retratados, mucho más jóvenes que en la actualidad. También las modas han cambiado, y esto se nota especialmente en el “look nineties” de la reina y de las infantas. Aunque sin duda alguna lo que más sorprenderá al espectador es ver incluida a Cristina, la princesa imputada. Según cuentan, su esposo no salió en el retrato por que ese día se encontraba de viaje.

Llegamos así al final del recorrido. Casi sin darnos cuenta hemos dejado atrás varios siglos de la historia de España, que se dice pronto. Partiendo de la casa de Borgoña y de la de los Trastámara, hemos llegado, poco a poco, a la más rabiosa y escandalosa actualidad. Contemplando el último retrato de los Reyes, tan cercano a nuestro tiempo, es imposible no pensar en las vueltas que da la vida, en cómo han cambiado las cosas y en cómo siguen cambiando.

Os recomendamos esta exposición tanto por su calidad artística como por su interés histórico. Si después de visitarla tenéis ganas de saber más sobre las aventuras y de desventuras de los reyes allí expuestos, no lo dudéis, ¡ apuntaos a nuestros tours y nosotros os lo contamos todo!

Exposición El Retrato en las Colecciones Reales
Palacio Real de Madrid
Hasta el 19 de Abril de 2015
Entradas : 11 euros. 

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DIEGO ANTONANZAS DE TOLEDO

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