No nos referimos a los madrileños de pura cepa, donde a veces nuestra chulería puede calificarse como fantasmada. No. Nos referimos a los fantasmas de verdad. A esos de la sábana blanca y las cadenas. No os lo creeréis , pero en muchas de nuestras visitas guiadas en Madrid nos preguntan por ellos.
Sí, lo sentimos mucho por los más aprensivos pero la capital está llena de ellos. Y no es de extrañar teniendo en cuenta que los orígenes de Madrid son muy antiguos y se remontan a mucho antes de que en 1561 Felipe II trasladara aquí la corte. No sorprende pues que en un lugar con tan larga historia hayan florecido leyendas de toda índole. Algunas, más conocidas, han pasado de generación en generación llegando hasta nuestros días, mientras que otras casi se han perdido en el olvido. En Madrid and You hemos querido hacer un tour original que recupere algunas de las historias y leyendas más curiosas y espeluznantes de la capital y en el que fantasmas, asesinados y asesinos, sean los protagonistas.
Nuestro tour en el Madrid más misterioso comienza frente al Teatro Real, donde anteriormente estuvo el Teatro de los Caños del Peral. Allí mismo, en una fiesta de Carnaval, una pareja se conoció y bailó durante largo tiempo hasta que ella, elegantemente vestida de negro y engalanada con una rosa blanca, le dijo al joven que debía irse y que, por favor, la acompañara. La pareja caminó por las calles de Madrid, bien entrada la noche, hasta llegar a la Iglesia de San José, al comiendo de lo que hoy en día es la Gran Vía. El joven, asustado e inquieto, siguió a la bella dama hacia el interior de la iglesia y allí, frente al altar, sobre un catafalco y rodeado por cuatro cirios apagados, descubrió, atónito, un ataúd. Y ahí lo dejamos, porque ya os podéis imaginar que lo que siguió a continuación no le gustó nada.
Esta historia, cuyo final no vamos ahora a desvelar, es una de las varias leyendas tenebrosas y fantasmagóricas que tuvieron lugar en la iglesia de San José. Muchos creen que tanta leyenda tiene su origen en la costumbre de la Adoración nocturna que, como su nombre indica, tiene como fin adorar a Jesús Sacramentado a altas horas de la noche. La institución fue fundada en 1848 en París y establecida años después en España. Desde entonces, los fieles se vienen reuniendo al menos una hora al mes y los días de Jueves Santo, Corpus Christi y en la conmemoración de los Fieles Difuntos. No es extraño que en la oscuridad de la noche, a la tenue luz de los cirios y entre el sueño y la vigilia, más de uno creyera ver como real lo que no era sino una alucinación.
Pero hay más. La iglesia se encuentra cerca de la casa de las Siete Chimeneas, en la plaza del Rey con Barquillo. Se trata de una casona del siglo XVI, actual Ministerio de Cultura, donde parece ser fue asesinada y emparedada una hija ilegítima del mismo Felipe II. Según se cuenta, los siguientes inquilinos nunca dejaron de oír los pasos de la difunta.
Lo curioso de todo esto es que tanto la iglesia de San José como la Casa de las Siete Chimeneas no están lejos de la plaza del Cibeles, lugar encantado por excelencia, y donde se alza imponente el conocido Palacio de Linares, hoy Casa América. La turbia historia sobre la presunta hija del matrimonio, Raimundita, ha dado mucho que hablar en los últimos años. Allí se han dirigido no pocos investigadores y parapsicólogos para tratar de desvelar qué hay de cierto en esa historia tan sórdida y truculenta, en la que se mezclan extraños lazos de parentesco, muertes, apariciones, psicofonías y una inquietante casa de muñecas de tamaño colosal.
¿Qué tendrá de especial esta zona? De nuevo, las mentes racionales han querido dar una explicación lógica y justifican tanto fantasma por el hecho de que bajo la fuente de Cibeles confluyan tres corrientes de aguas subterráneas, como bien explicamos en el tour al Madrid contemporáneo. Esto haría que las fuerzas telúricas y la energía electromagnética fueran más intensas y susceptibles, pues, de alterar nuestros débiles sentidos humanos.
Pero no hace falta ir hasta Cibeles para avistar algún fantasma. El antiguo Madrid de los Austrias también ofrece no pocas sensaciones y presencias para todos los gustos. Desde el fantasma de la fundadora del convento de las Carboneras, Beatriz Ramirez de Mendoza, cuya actividad principal es rezar el rosario, a otros más beligerantes, como el del marqués del Cañete quien, en su palacio de la calle Mayor, sigue asustando desde las ventanas a los incautos transeúntes que osen, a su paso, alzar la mirada. Mención especial merece la Plaza Mayor, que ha sido escenario tradicional tanto de actos lúdicos y festivos, como de otros relacionados con la muerte. No fueron pocos los allí ejecutados en la horca, al garrote vil o por degüello, sin hablar de los pobres condenados por la Inquisición en los Autos de Fe que allí tuvieron lugar. A todo ello hay que añadir las numerosas víctimas que perecieron en los tres grandes incendios que sufrió la plaza. El lugar está pues asociado a presencias maléficas y demoníacas, así como a numerosos fantasmas, siendo el más popular por su desvergüenza, según cuentan los vecinos, un tal Cirilo.
Aquí termina nuestro pequeño repaso al Madrid de los fantasmas. Si os habéis quedado con ganas de más, os gustan las emociones fuertes y queréis pasar un buen rato, la ruta del Madrid misterioso y de los asesinatos está pensada para vosotros. Esto solo ha sido un pequeño anticipo. ¡Animaros!
